Los cambios hormonales propios de
la adolescencia hacen que su hijo expele olores fuertes, exista exceso de grasa
y sude más. Debido a esto es necesario inculcar, desde siempre y más aún
durante los primeros años de la adolescencia, la importancia del aseo personal.
Si enseñas a tus hijos a mantener
una correcta higiene desde lo primeros años, será más fácil conservar estas
normas a lo largo de toda su vida. No tan solo por un aspecto estético, si no
también dejar en claro que es por razones de salud.
Como padres debemos prestar
atención a estos cambios hormonales, y conversar con nuestros hijos que la
buena higiene ayuda a eliminar gérmenes que provocan malos olores. Es habitual
que el adolescente presente un exceso de grasa en el cabello y la piel, se suma
a esto la aparición de vello corporal y, junto con esto, más sudor lo cual
conlleva a presentar olores nuevos y fuertes. En el caso de las niñas la
llegada del período menstrual.
Estos cambios son normales, y sus
hijos deben prestarles atención al momento de su aparición, no tan solo para
que se sientan bien y seguros. Cuando una persona huele mal y tiene un aspecto
despreocupado o sucio, da una mala impresión a su entorno, lo cual puede causar
problemas de autoestima, pero también es un asunto netamente de salud; ya que,
quienes no mantienen una correcta higiene son más propensos a desarrollar
infecciones y enfermedades.
¿Cómo conversar con tu hijo para
que se responsabilice de su higiene?
Primero, tú como padre, debes
hablar con comprensión y amor sobre las consecuencias que trae mantener un
cuerpo sucio. Pregúntale por que no está interesado en mantener un aspecto
limpio; tal vez la respuesta sea por pereza o quizás una causa que va más allá
(depresión, angustia, “niahísmo”) De acuerdo a la respuesta que tu hijo te de,
déjale claro que la limpieza es sinónimo de salud.
Segundo, es fundamental que tome
una ducha siempre después de levantarse. La piel durante el día y la noche
traspira mucho, por ende es esencial lavarse con jabón y aplicarlo en todo el
cuerpo, especialmente en axilas y genitales. También es necesario aplicar
shampoo, ya que el cuero cabelludo expele grasa y emana su olor característico.
Hazle entender que no existe nada
más desagradable que hablar con alguien que tiene mal aliento. Mantener su
dentadura limpia y cepillarse después de cada comida es primordial. Él debe
cuidar sus dientes, ya que los debe conservar toda la vida y en cualquier lugar
será su carta de presentación.
Si notas que a tu hijo le
empiezan a salir bellos en su cara, conversa con él que existe la opción de
afeitarse, y así mantener una cara lisa y limpia. En el caso de las niñas, es
primordial conversar sobre la depilación en sus axilas y piernas; ya que
eliminar vellos impide la acumulación de malos olores.
En el caso de los padres que
tienen hijas adolescentes, es de suma importancia mantener una perfecta higiene
y más aún si les ha llegado la menstruación. El cambio de toallas higiénicas o
tampones debe realizarse continuamente, al igual que limpiar sus genitales.
El cambio diario de su ropa lo
hará sentirse renovado y limpio. Explícale que el cuerpo expele olores fuertes
y la ropa, al estar tan pegada a nuestro cuerpo, se impregna de ellos.
Obviamente, cambiar su ropa interior, en forma diaria, es de suma importancia.
El uso de desodorante es
indispensable, tanto para el hombre como para la mujer. Todos sudamos, unos en
mayor medida y otros no tanto, por ende aplicar desodorante es vital para no
generar malos olores.
Para finalizar, hazle entender a
tu hijo con amor, que la falta de higiene se relaciona mucho con el rechazo
social. Si él está sucio y mal oliente puede que exista una marginación y
rechazo de su entorno. Siendo así, es fundamental para mantener una buena
salud, relaciones sociales, evitar enfermedades, infecciones y problemas
dentales (gingivitis) tener, desde muy temprano, hábitos de higiene y aseo.
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